Con todo su tiempo dedicado a prepararse para los exámenes, Joey apenas penas podía dedicarle un ratito para ligar con chicas y llevárselas a la cama, así que optó por la manera fácil de conseguirlo, el dinero. Aquella solitaria habitación en un hotel céntrico pronto se convertiría en toda una explosión de lujuria y sexo desbordante, pues la potente madurita tetona Alura Jenson estaba dispuesta a ser su putita por una noche.
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